martes, 17 de noviembre de 2015

Mitos de Chichiriviche: La Santica.



LA SANTICA
(Historia Mitológica de la Santica que se encuentra en el Golfete de Cuare)

Fotografia Aleida Serrano

Era una mañana radiante en el pequeño poblado de Chichiriviche en el Estado Falcón, el canto de las aves cubría cada rincón del paisaje, los arboles apenas se agitaban por la tranquilidad del viento y las aguas de la Bahía lucían como espejo reflejando al inmenso cielo azul.

Como siempre desde muy temprano los habitantes iniciaban con las labores del día a día, la casería, la pesca, la recolección y el trueque eran parte de las costumbres de aquellos que vivieron y que aun viven entre nosotros, los Caquetíos, los llamados Hijos del Sol y los Ciparicotes guerreros de gran fama, pertenecientes a los Caribes y primeros en enfrentar con valentía al imperio español. Todo parecía tranquilo y calmado, pero al otro lado del poblado en las tranquilas aguas del Golfete de Cuare nadie se imaginaba lo que sucedería ese día.

Dos frentes de batalla de tribus hermanas alistaban sus arcos, flechas, y lanzas para enfrentarse entre si y pelear por el territorio. Encontrándose listos ambos frentes en el Golfete de Cuare. Se dio inicio al conflicto y la violencia se describía en las teñidas aguas del lago por el derrame de la sangre de los guerreros. Habían pasado unos pocos minutos cuando de pronto una extraña brisa huracanada y un ardiente e incandescente sol que parecía precipitarse al lugar detuvo el sangriento conflicto. Los guerreros con rostros de asombro pero con mucho temor piensan que es su Dios Sol y que viene a castigarlos por tal situación, algunos inclinan sus cabezas en señal de respeto y adoración. En un abrir y cerrar de ojos una mágica luz destellante baja de lo alto y en medio de ella una hermosa mujer vestida de blanco, camina por la superficie del agua y abriendo sus brazos, exclama: ¡hijos míos… hermanos de una misma familia, la tierra por el que están peleando les pertenece a todos, juntos con sus riquezas. Ya no habrá mas conflictos entre ustedes y todo cuanto haya en estas tierras deberán compartirlas animales del monte, peces, aves, plantas y la rica sal. Hoy como señal de hermandad me quedare en lo alto de la montaña para bendecirlos con mi amor de generación en generación y con la sangre de vuestros hermanos marcare mi lugar como símbolo de nuestra alianza.

Desde ese momento la hermandad reino entre los pueblos aborigenes y el comercio fue prospero. Aun continúa  la hermosa mujer bendiciéndonos con su amor y brindando salud desde lo alto del Cerro de Chichiriviche y allí estará por siempre “LA SANTICA”.   

Autor: Profe. Frank Jhonattan Weffer Vásquez                                                                                Egresado de la UPEL - IPR “El Macaro”                                                                                        Cronista Historiador aficionado de Chichiriviche.

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