miércoles, 1 de abril de 2015

Personajes de Chichiriviche



Personajes de Chichiriviche Municipio Iturriza del Estado Falcón

Doctor Lino Arévalo:

Fue hijo de Francisco Arévalo, nació en Chichiriviche estado Falcón. Tomo sus primeros conocimientos escolares directamente de su padre. Aquí compartió su niñez con los demás alumnos que asistían a la escuela, más tarde, cuando fue necesario y conveniente, fue enviado a Cumarebo su pueblo natal, para que al cuidado de sus tíos, asistiera a colegios de enseñanza superior, y más tarde será trasladado a Coro donde completa su bachillerato. Iniciará sus estudios universitarios en la Universidad de los Andes, en Mérida, y lo culminará en la Universidad Central de Venezuela, donde obtiene el título de Doctor en Ciencias Médicas, en el mes de junio de 1.939. 

Este mismo año, desgraciadamente, meses antes de graduación, el 16 de marzo, muere Dona Carmen, su madre, en la ciudad de Puerto Cabello, noticia ésta que nos causó a todos profunda consternación (el certificado de defunción lo firmó el doctor Adolfo Prince Lara).

Muy resentido aún por la muerte de madre, título en mano, el doctor Lino Arévalo viaja a Coro y se entrevista con su gran amigo personal el doctor Carlos Diez del Ciervo, quien ejercía para entonces la dirección de la Sanidad Regional, éste le nombra médico rural de la medicatura de Tucacas, que era ejercida para entonces por el doctor Juan Bautista Viganoni, de muy merecida trayectoria y de muy grata recordación.

A los seis años de estadía en el cargo, en 1.946, se inaugura el primer hospital de Tucacas y el doctor Lino Arévalo es nombrado su Director. Tanto en Tucacas como en los pueblos circunvecinos amplía sus relaciones con la comunidad como médico y amigo.  La gente le ha tomado gran afecto por su trato llano y cordial, y la confianza se acrecienta por sus buenos aciertos y por el interés como se desempeña con sus pacientes.

Esta entrega de las gentes a sus manos hace que programe y organice visitas frecuentes a los pueblos vecinos para consultas colectivas. Recordemos que para esa época no existía vías de comunicación terrestres confiables. Por acá apenas en verano se podía viajar entre las poblaciones por los caminos y trochas existentes. La comunicación más expedida era la vía marítima, pero aún así, muy riesgosa pues se hacía en pequeña lanchas a vela o en canoas impulsadas a remo. Al doctor Arévalo le tocó vivir en una de estas tantas travesías una situación donde casi pierde la vida.

La actividad que tomó el doctor Arévalo como director del hospital, era agotadora. A las consultas ordinarias se le sumaban las emergencias, muchas de estas hechas a domicilio y en horas nocturnas. En diversas oportunidades pensó y así lo manifestó retirarse a Barquisimeto, donde montaría una clínica privada y así laborar con más independencia. 

Esta idea se concretó en el año de 1.952, año en que ya había dejado de existir su padre. Deja definitivamente el cargo de director del hospital y se retirará a Barquisimeto al ejercicio privado de su profesión al lado de su esposa Doña Carmen Bello Antich y los siete hijos procreados en matrimonio.
Ante la inminente ausencia, la municipalidad del Distrito Silva, le rinde merecido homenaje y le otorga una placa declarándolo “Hijo Esclarecido del Distrito Silva”.

Clemente de la Cerda.

Clemente de la Cerda fue uno de los cineastas venezolanos más prolíferos en cuanto a producción cinematográfica de la Venezuela contemporánea en el período 1964-1984. En el transcurso de esos 20 años, realizó un promedio de catorce películas entre largos y cortos de las cuales se destacan Soy un delincuente de 1976, -película que superó en Venezuela la taquilla de la hollywoodense Tiburón de Steven Spielberg-; Reincidente de 1977; Los Criminales realizada en 1982 y Retén de Catia de 1984. También dirigió en 1979 El crimen del penalista una película basada en el asesinato del abogado Carmona adjudicado al grupo parapolicial GATO comandado por el entonces jefe de la PTJ Manuel Molina Gásperi; Compañero de Viaje, basada en el libro del escritor Orlando Araujo y su última comedia Agua que no has de beber, también de 1984.

   
Clemente De la Cerda. Fotografía cortesia de Diana De la Cerda.

Clemente Felipe de La Cerda Martin nació en Chichiriviche del estado Falcón, el 13 de septiembre de 1935. Su padre fue un Mexicano que se enamoró de una holandesa en ese pueblito perdido de la costa y allí se instalaron hasta tener a sus primeros tres hijos de los cuales Clemente, el más enfermito, era el menor de sus hermanos. Pasaron algunos años y, un buen día viendo a un muchacho pescando "patarucas" decide que esa no es la vida que quería vivir, ni para él ni para sus hijos y supo entonces que tenía que salir de allí. Sus padres se mudan a Puerto Cabello y nacen sus últimos dos hermanos. Desde Puerto Cabello le es más fácil emprender su partida y, siendo muy joven, se muda a Caracas instalándose en Propatria.

En esos tiempos frecuenta las zonas más pobres de las barriadas viendo y sintiendo de cerca la vida marginal a su alrededor, sus sufrimientos, las injusticias vividas por muchos mientras otros, más "afortunados", lo hacían de una manera radicalmente diferente. En el barrio 18 de octubre conoce a José Jiménez. Para José, una cara nueva aparecía en la padilla; era la de Clemente, el tímido jóven venido de Puerto Cabello. Hacen sinergia enseguida y juntos se ponen a estudiar en 1962 en el Instituto Venezolano de Estudios Cinematográficos IVEC, a cargo del actor Luís Salazar, compartiendo actividades de luchas sindicales y activismo político. Después pasa ocho meses de su vida dedicados al estudio de teatro en la Universidad Central de Venezuela con el reconocido profesor Humberto Orsini. Realiza algunos cursos de Artes Plásticas en la Cristóbal Rojas mientras los alterna con trabajos en el estudio de televisión Televisa -actual Venevisión- como técnico y ayudante de cámara. Su esfuerzo se nota enseguida y consigue escalar posiciones dentro del canal hasta llegar a ser director de programas musicales y telenovelas como ‘La telenovela criolla' que protagonizó en aquel momento María Escalona y Américo Montero. Luego la llegada del VTR (Video tape récord), se abren nuevas perspectivas en la carrera de Clemente de La Cerda quien opta por dejar de lado la televisión e incursionar en el mundo del cine haciendo cuñas publicitarias y cortos experimentales.

A finales de los años 50 funda una pequeña productora -Neocine- con la que comienzan sus arduos intentos de producir cine nacional al lado del director de fotografía y su gran amigo José Jiménez; realmente lo que deseaba hacer. Al mismo tiempo, hace vida política de izquierda y continúa con las cuñas publicitarias e institucionales. Al comienzo fue muy duro, pero con su insistencia logran mantenerse a flote. Justamente por esos días, cuenta su amigo José, Clemente ve a un muchacho repartidor de dulces en plena faena y su ojo no lo engaña. Seguro de que Orlando Zarramera entraba exactamente en el perfil que buscaba le plantea trabajar con él. Orlando paso a ser protagonista no sólo de la película más taquillera de Clemente, Soy un delincuente, sino también de sus otras creaciones cinematográficas que realizó en el transcurso de su corta y prolífera vida.

En 1964, fue contratado para realizar su primer trabajo cinematográfico Isla de sal, una película destinada a promocionar los artistas populares Simón Díaz y Lila Morillo en la que ya desarrollaba una inclinación por reflejar los conflictos y diferencias existentes entre lo rural y lo urbano; el padecimiento de la clase menos favorecida quien sufre las injusticias de la vida humana. Ese mismo año trabaja en Rostro Oculto su primera película como autor independiente junto al joven actor Miguel Ángel Landa. Buscando aquí y allá el dinero para lograr su empresa se asocia con el potentado Samuel Roldán y el escritor y guionista Mauricio Odremán.

En 1974 gana el Premio Municipal por el cortometraje documental Cahuramanacas, una ciudad cualquiera de América Latina, permitiéndole que su nombre sea tomado en cuenta para futuros patrocinios. De La Cerda disuelve Neocine para establecer una nueva productora que llama Proyecto 13, empresa que recibe un crédito de gobierno con el que logra desarrollar su más impactante obra.

En 1980 Clemente de La Cerda recibe su segundo Premio Municipal de Cine por la obra Compañero de Viaje, escrita por Orlando Araujo y adaptada entre él, Araujo y Rodolfo Santana. A pesar de la condición paupérrima del cine nacional y la falta de apoyo legal y gubernamental, existían muchos que con las uñas continuaban con sus sueños. En 1982 dirige Los criminales, una película basada en una obra de Rodolfo Santana que directa, precisa e intensamente denuncia las mezquindades de los nuevos ricos venezolanos a partir del segundo boom petrolero.

Clemente quería llegar a un cine de gran carácter poético, dimensionar el paisaje venezolano y el paisaje urbano, nuestro, con fuerza y con una expresión muy elevada.

Clara Viloria
Nació en Chichiriviche (Estado Falcón), en el año 1936, en el seno de una familia numerosa (tuvo doce hermanos), su madre creyente se llamaba Petra García de Viloria. Siendo una niña pequeña de apenas seis años, después de que su mamá realizó el estudio bíblico familiar, al levantarse de la oración de rodilla, confesó su fe en el Señor Jesucristo. Desde ese día dio buenos frutos tanto en su casa como fuera de ella.
Siendo todavía muy joven su familia  se la trajo para Caracas y ella se congregó en la asamblea de la Av. Ppal. del Cementerio. Fue bautizada por don Guillermo Willians. Muchos la recuerdan desde su juventud como una mujer piadosa y servicial, los ancianos de la asamblea y siervos del Señor tenían plena confianza en ella para encomiarles cualquier servicio a los santos.
Trabajó en la escuela dominical instruyendo a los niños (la Hna. Damaris, la esposa de don Emisael Alvarado fue una de sus alumnas). Fue ejemplo en su forma de vestir y de hablar, ella manifestó un espíritu afable y apacible.
Aunque era de poco hablar, por su buen testimonio llegó a ganar almas para Cristo, uno de ellos destacó por ser un hombre esforzado en predicar el Evangelio y muy elocuente en la exposición de la Escritura.
En la Editorial La Voz en el Desierto, fue un instrumento de Dios de gran valía, junto a don José Naranjo, don Hildebrando Gil, Juan García, Buenaventura Torres y otros, se esforzó por años en está noble labor de la publicación de tratados, el periódico La Voz en el Desierto, libros (como “El Lugar de su Nombre”) y diversas revistas de las asambleas.
Fue fiel e irreprensible hasta el final, fueron 76 años dando un olor grato a su Señor, deja su huella entre sus hermanos y familiares. Ya anciana, a pesar de que memoria fallaba dio testimonio de no olvidarse nunca de su Señor. El pasado 2 de Mayo del 2012 partió a la patria celestial...  Un gran legado nos ha dejado...
Julio José Vásquez Carreyo.

Nació en Chichiriviche estado Falcón, el 30 de Julio de 1928, hijo de Sabino Vásquez y Dolores Carreyo de Vásquez conocida como Mama Lola y quien fue partera por muchos años en la comunidad. Su infancia transcurrió bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez y durante la transición de Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita en un periodo de crisis política.
 
Fotografía de Julio Vasquez al lado de señora Madre.

Desde muy temprana edad, la necesidad de la época lo llevo a trabajar muy duro, primero al lado de su padre, y luego con su madre y hermanos, siendo muy chico su padre fallece lo que marcaria una nueva etapa y cambios en su vida. Julio Vásquez, tuvo que afrontar situaciones de trabajos muy difíciles desde temprana edad como: Cargar agua en burro desde Las Huertas hasta Marite en Burro, o trasladar agua en canoa desde La Peñita en el Cerro de Chichiriviche, cultivo la tierra en conucos en el Cerro de Chichiriviche, en otros momentos se dedicaba a la pesca, en fin fueron varias las facetas que desarrollo este hombre siendo apenas un niño.

Yo tuve que convertirme en un hombre, a los siete u ocho años de edad… difícil fue mi niñez, pero felices!!! Todo era sano, ahora hay más educación y menos valores, los muchachos no respetan, es mas no imagine a Chichiriviche con esta inseguridad de ahora.

Ya en su Juventud, impulsado por el espíritu de superación decide entrar en las Fuerzas Armadas y es asignado a Puerto Cabello en la base Naval de la Armada Nacional donde es entrenado como infante de Marina llegando a obtener el grado de Sargento. Durante la vida militar, estuvo presente en el rebelión Civil del Oriente y lo asignan como prefecto temporal en la Isla de Margarita donde duro por tres meses aproximadamente.

“En ese viaje en Corbeta con rumbo de Puerto Cabello a Margarita, nos toco la peor tormenta que jamás vi en mi vida… tan feroz era el vendaval que las olas se tragaban a la embarcación y la Chimenea de lo roja que esta por lo caliente, cada vez que le caía agua emitía un sonido tan feo que muchos de los que íbamos en el barco teníamos las pelotas de corbatas”.
“Estando en Margarita, me aprendí un cuento de esos orientales que contaba muy a menudo cuando parrandeaba o hacia alguna celebración en mi casa. Era el cuento de la Cornuda, como gozo la gente el primer día que la conté, claro el cuento lo perfeccione a mi manera y le cambie algo”.
“Para mí la milicia me dio las herramientas necesarias para salir adelante, definitivamente  cambio el rumbo de mi vida”
Durante este tiempo el Sargento Julio Vásquez adquirió un gran conocimiento y preparación en lo militar y civil que le servirían años mas tarde. Cumplido con los años del servicio militar, rechaza diversas propuestas que le ofrecía la Armada Nacional y decide volver a su pueblo natal y de esta manera seguir apoyando a su señora madre y hermanos. Ya en Chichiriviche, su condición de marino le permite perfeccionar el arte de la pesca, oficio que conocía bien gracias a las primeras enseñanzas de su padre quien era de raíces Orientales. Fue tan bueno como pescador que se gano el respeto de pescadores de gran prestigio en la zona, una de las actividades de la pesca que mas desarrollo Julio Vásquez fue la pesca de Tiburones y la pesca de Sábalo, ambas de manera artesanal.

“Vi como los margariteños y orientales pescaban tiburones, y me dije así mismo: Si estos carajo pescan tiburones, yo también lo hago. Pesque tiburones por muchos años, tanto que me canse, y con los sábalos la parte que mas me gustaba era arponearlos con un arpón de mano para asegurarlo”.
Ya con madurez y con una preparación adquirida durante el servicio militar, forma su familia al lado de la Señora Francisca Isabel Wellman Montañez conocida como Chica Wellman y posteriormente de cazada como Chica Julio con quien tiene ocho hijos Fernando, Irau (La negra), Julio (Julito), Yuranzi (La Runga), Milagros, Belkis (La Chicha), José Luis (Guis) y George (Joje). Queriendo mejorar su condición de vida incursiono como comerciante fundando una Bodega en Las Huertas donde residían inicialmente y posteriormente en el poblado de Chichiriviche que recién iniciaba a poblarse por la emigración de personas que cansados por los esteros e inundaciones deciden buscar mejor calidad de vida y más tranquilidad. Esta etapa fue de gran provecho, la situación económica fue tan buena que funda un Bar conocido de gran prestigio y que se llamo: BAR FLOR DEL CAMPO dándole un prestigio importante ante la sociedad, y con el bar fundo el primer patio de bolas criolla de Chichiriviche. Adquirió embarcaciones para la pesca y transporte de Turistas muy conocidas el famoso Lesgri, Flor del Campo y Siboney los cuales dejo a cargo de sus hijos menores.

“Mi noviazgo con Chica no fue fácil, sobre todo con los hermanos… de hecho hasta tuve problemas con uno de ellos, claro… ya después me la lleve muy bien con toda su familia”
A pesar de tenerlo todo aparentemente, nunca se aparto de la humildad y se fue metiendo cada vez mas en las luchas sociales, trabajando con los vecinos y amigos por buscar las soluciones a los problemas que aquejaban al pueblo, problemas como el agua, la electricidad, las vías de comunicación, infraestructura, todo esto en medio de crisis políticas que eran cada vez mas. El país estaba sometido a grandes presiones entre dictaduras, derrocamientos, transiciones, juntas de gobiernos militares, la democracia, la pacificación, y los problemas económicos.

“Me recuerdo de aquellas dictaduras de Marcos Pérez Jiménez, fueron duras pero como hicieron grandes obras de envergaduras y muy sano. Lo mejor que podías hacer cuando te agarraban pasado las 11 de la noche en la calle era decir siempre la verdad, para donde ibas y de donde venias”
“También recuerdo cuando iniciaron las obras de la construcción de la carretera de Chichiriviche, esa gente tuvo problemas con los esteros e inundaciones, en una oportunidad las inundaciones acabaron con un buen tramo, los constructores le colocaron alcantarillas de concreto y hierro para aliviar los desagüe. Con la carretera de Chichiriviche se inicio una etapa importantísima, se comenzó a construir la fabrica de cemento, el tendido eléctrico por el Cerro de Chichiriviche  y prácticamente comenzó a cambiar el pueblo”
Todas estas situaciones llevaron a Julio Vásquez a incursionar en la política, arraigándose cada día mas a la lucha social y con el único propósito de buscar mejoras al pueblo de Chichiriviche. El primer partido en el que milito fue el MEP Movimiento Electoral del Pueblo, siendo fundador del partido en el pueblo.

Luego paso a las filas de COPEI en donde pasaría la mayor parte de su vida política al lado de otros dirigentes como: Ernesto Platt, Francisco Chirinos, Aníbal Cumare, Lilian López, Stalin Riera, Marcos Rodríguez, Toni Colina, entre otros… Como dirigente y militante de COPEI fue secretario General, Secretario de Organización, coordinador de centros de votación y Jefe de campaña de Francisco (Chico El Diablo) Chirinos logrando una contundente victoria sobre el candidato de Acción Democrática Arnoldo Ruiz y convirtiéndose en el primer Alcalde del Municipio Monseñor Iturriza. Se postulo en una sola ocasión como candidato a Concejal en elecciones internas del partido, sin tener éxito pero firme en todos sus roles y responsabilidades políticas y sociales.

“En Copei hice casi toda mi vida política hasta cuando fuimos expulsados por un grupo minoritario que tenían otros planes y fue allí a principios de los 90 cuando el partido iniciaba fracturas, después se separo Stalin Riera y fundo a Proyecto Venezuela, lo mismo le paso a los adecos. Retirado de Copei tomamos la bandera de Convergencia que fundo un copeyano, ese era Caldera Rafael Caldera y apodaron el chiripero, perdimos las elecciones municipales con Chico el diablo, nos gano el Tutuy, un hombre con una habilidad en la política”
“Que alegre era una fiesta en COPEI, algunos adecos y adecas se dejaban ir, no vez que sabían que eran buenas, allí me apodaron el tigre, me recuerdo que cuando me tocaba intervenir o brindar un discurso me colocan la canción del Tigre. Como secretario de organización me tocaba siempre mantener activo a todo el mundo que militara en Copei, las mujeres hacían curso de repostería, adornos navideños y crecimiento personal, por supuesto no faltaba ese espíritu de ayudar a los necesitados y algún o alguna compañera del partido.”
Fue prefecto y jefe civil de Chichiriviche, durante su gestión hiso un reparto equitativo de las tierras a las nuevas familias, finalizo su gestión intachable sin ningún escándalo de corrupción que lo señalara.
“Como prefecto me dedique a ser justo y recto en la labor que estaba desempeñando, en una oportunidad tuve problemas con la familia de un hermano, la cual al conocer que habían faltado su pariente a las normas legales, no intercedí o alcahueteé tal situación, de allí me gane una enemiga para toda la vida, pero lo correcto era lo correcto y yo no iba a manchar mi hoja intachable. Como jefe civil correspondía dar el visto bueno para otorgarles los terrenos a las familias que deseaban construir sus casas”.
Ya al final de sus años, se retira de toda actividad política sin dejar de estar informado del desarrollo de la misma y cumpliendo siempre con el sagrado derecho de votar en los procesos electorales. Al fallecer su señora esposa victima de la diabetes, se dedica a reformar su hogar para el alquiler de habitaciones y vivir sus últimos años.

“Voy acomodar mi casa para alquilar unos cuartos y poder ganarme unos churupos, pues a pesar de estar ya viejo no quiero estar pidiéndole dinero a otros… puedo seguir manteniéndome sin quitarle medio a nadie”
Julio Vásquez Carreyo fue uno de esos magallaneros de escuchar juegos por radio, aun teniendo televisión. Sus últimos años aquejados por dolores en la rodilla un mal de familia y luego de afectaciones respiratorias. Murió el 10 de Marzo del 2012, a los 83 años de edad, recordado por todos por sus alegres parrandas en Diciembre y sus composiciones en decimas, este gran hombre se marcho al cielo cumpliendo con su misión en la tierra.
        
            Julio Vásquez Carreyo, representara parte de la identidad del pueblo de Chichiriviche, el niño trabajador, el militar, el padre, el dirigente social, el luchador, el pescador, el conuquero, el prefecto, el político, el comerciante, el parrandero, el cantante, el compadre, el jugador, el Polifacético Don Julián Vásquez…

Pedro Rafael Ortega Montañez (PROM)

Nació en Chichiriviche, el 25 de diciembre de 1951 producto de la unión entre Pedro Andrés Ortega y Luisa Elena Montañez de ortega. Comparte su hogar con sus hermanos: Gladis Elena, Migdalia, Pedro Ramón (Pichón) y Morelia del valle (Morocha).

Pedro Rafael Ortega Montañez (PROM)

Durante su infancia vivió sumergido en el paisaje natural marino y costero que luego se reflejará en su obra pictórica destacándose su visión localista. Desde pequeño manifestó su inclinación hacia la pintura, utilizaba madera con pintura de aceite y luego empleó el lienzo para trabajarlo con el oleo.

Pedro Rafael conocido como PROM, realizo estudios en el Grupo Escolar “Polita D` Lima de Castillo”,  allí con su maestra Evelia de Rivero descubre su talento artístico. También fueron sus maestras: Gladys García, Disnarda Montañez, Lucila Zambrano y Guadalupe de Vadell.

Recibió una beca para cursar estudios en Italia durante el gobierno del Dr. Rafael Caldera, quien le dio reconocimiento a su talento artístico a través de su esposa Alicia Pietri de Caldera, la cual nunca aprovechó.

Entre sus obras se destaca el cuadro Piedra de las Morochas, Cayo Muerto, La gaviota, La escuela vieja, Borracho, Golfo de Guerra y Jarrón Azul. Su gran talento y reconocimiento le permitió que los propietarios de hoteles y posadas de Chichiriviche, como el Hotel Manaure, Capri, Marsara y el antiguo hotel La Garza solicitaran de sus servicios para pintar grandes murales y cuadros. La mayoría de los grandes hoteles del pueblo poseían obras de prom.

Participó en galerías de Valencia, Maracay y Barquisimeto, dando a conocer su arte y al pueblo de Chichiriviche. Cuentan algunos familiares y amigos que PROM comercializo sus pinturas al exterior e inclusive que existen mas pinturas del pintor en el exterior que en su propio país.

Para crear espacios de inspiración, el pintor escuchaba la música del maestro Billos Frometa correspondiente a los años 1970, que según el artista fue la mejor época de Venezuela. Fue un gran devoto de la Virgen del Valle y la Virgen del Carmen, su extraordinario talento le valieron para ser el diseñador de distintas presentaciones de la Virgen del Valle durante las tradicionales fiestas en su honor. En otra faceta del pintor, tuvo una de las primeras Miniteca de Chichiriviche con la que amenizo innumerables fiestas populares y privadas, y en la que nunca faltaba la buena música de Billos.
 Fue el creador del escudo del Municipio Monseñor Iturriza y del Municipio Silva. Murió en Chichiriviche 29 de Mayo del 2002, a los 53 años de edad.

Me causa gran sentimiento
cuando llego al Malecón ,
unos miran los turistas
y yo a cayo pelón,
hecho la vista hacia atrás
y me recuerdo del pintor
el que pintaba paisajes
Corocoras y garzón
con colores bermellón
este era el pintor del pueblo
ese era mi amigo PROM.

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