Desbordamientos
y tragedias
Por: Cruz Otero.
El río,
por su extensión y gran profundidad, solía desbordarse constantemente y
producir inundaciones en grandes extensiones de los terrenos aledaños a
Riecito, Araurima, La Misión, Campeche, El Blanquillo, El Vegote, El Alto,
Camachima y San Miguel del Río Tocuyo (o La Villa del Tocuyo de la Costa).
Sin embargo, a partir del año 1900, cuando las precipitaciones
atmosféricas comenzaron a aminorar, el caudal también fue mermando en
profundidad produciendo gran cantidad de sedimentos.
Las
crecientes del río Tocuyo, y por ende las de los caños San Pedrico, San Juanico
e Indalecio, al igual que las vaguadas de los esteros, han tenido a partir del
año 1902 una regularidad de cada cuatro u ocho años.
La más
reciente inundación, producto de las precipitaciones atmosféricas, se produjo
entre el 15 de diciembre de 1999 y el 28 de enero del año 2000, cuando quedaron
bajo la creciente las localidades de Santa Rosa, El Blanquillo, El Alto de la
Alegría, Campeche, Tocuyo de la Costa, Boca de Tocuyo, Chichiriviche, Marite,
Las Huertas, Flamenco, Los Perozos y Tibana.
Como
consecuencia se produjeron cuantiosas pérdidas económicas. Grandes sembradíos
fueron arrasados por la corriente, varias casas sufrieron daños, las
alcantarillas del tramo vial Tibana – Boca de Tocuyo fueron derribadas y la
carretera, conocida como la recta de Chichiriviche, se partió en dos. El número
de personas damnificadas alcanzó los tres mil, aproximadamente.
En cuanto
a la represa Játira – Tacarigua, ubicada al lado de la vía Boca de Tocuyo-El
Mene de San Lorenzo, hay que concretar que tal inundación produjo la rotura del
dique. Hubo necesidad de, mediante inversión gubernamental y dos años después,
que se construyera un aliviadero de servicio, un muro de gaviones para permitir
la elevación de la cresta como protección al embalse y un muro de contención en
el meandro para reducir nuevos peligros de inundación en el poblado de Boca de
Tocuyo.
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