martes, 21 de abril de 2015

Personajes de Chichiriviche: Lino Arévalo

Doctor Lino Arévalo
Fue hijo de Francisco Arévalo, nació en Chichiriviche estado Falcón. Tomo sus primeros conocimientos escolares directamente de su padre. Aquí compartió su niñez con los demás alumnos que asistían a la escuela, más tarde, cuando fue necesario y conveniente, fue enviado a Cumarebo su pueblo natal, para que al cuidado de sus tíos, asistiera a colegios de enseñanza superior, y más tarde será trasladado a Coro donde completa su bachillerato. Iniciará sus estudios universitarios en la Universidad de los Andes, en Mérida, y lo culminará en la Universidad Central de Venezuela, donde obtiene el título de Doctor en Ciencias Médicas, en el mes de junio de 1.939. 
Este mismo año, desgraciadamente, meses antes de graduación, el 16 de marzo, muere Dona Carmen, su madre, en la ciudad de Puerto Cabello, noticia ésta que nos causó a todos profunda consternación (el certificado de defunción lo firmó el doctor Adolfo Prince Lara).
Muy resentido aún por la muerte de madre, título en mano, el doctor Lino Arévalo viaja a Coro y se entrevista con su gran amigo personal el doctor Carlos Diez del Ciervo, quien ejercía para entonces la dirección de la Sanidad Regional, éste le nombra médico rural de la medicatura de Tucacas, que era ejercida para entonces por el doctor Juan Bautista Viganoni, de muy merecida trayectoria y de muy grata recordación.
A los seis años de estadía en el cargo, en 1.946, se inaugura el primer hospital de Tucacas y el doctor Lino Arévalo es nombrado su Director. Tanto en Tucacas como en los pueblos circunvecinos amplía sus relaciones con la comunidad como médico y amigo.  La gente le ha tomado gran afecto por su trato llano y cordial, y la confianza se acrecienta por sus buenos aciertos y por el interés como se desempeña con sus pacientes.
Esta entrega de las gentes a sus manos hace que programe y organice visitas frecuentes a los pueblos vecinos para consultas colectivas. Recordemos que para esa época no existía vías de comunicación terrestres confiables. Por acá apenas en verano se podía viajar entre las poblaciones por los caminos y trochas existentes. La comunicación más expedida era la vía marítima, pero aún así, muy riesgosa pues se hacía en pequeña lanchas a vela o en canoas impulsadas a remo. Al doctor Arévalo le tocó vivir en una de estas tantas travesías una situación donde casi pierde la vida.
La actividad que tomó el doctor Arévalo como director del hospital, era agotadora. A las consultas ordinarias se le sumaban las emergencias, muchas de estas hechas a domicilio y en horas nocturnas. En diversas oportunidades pensó y así lo manifestó retirarse a Barquisimeto, donde montaría una clínica privada y así laborar con más independencia. 
Esta idea se concretó en el año de 1.952, año en que ya había dejado de existir su padre. Deja definitivamente el cargo de director del hospital y se retirará a Barquisimeto al ejercicio privado de su profesión al lado de su esposa Doña Carmen Bello Antich y los siete hijos procreados en matrimonio.

Ante la inminente ausencia, la municipalidad del Distrito Silva, le rinde merecido homenaje y le otorga una placa declarándolo “Hijo Esclarecido del Distrito Silva”.

Fuente: HISTORIAMUNICIPAL.BLOGSPOT.COM

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