Morrocoy, un espectáculo natural
María de Los Santos Galbán / Maracaibo / mgalban@laverdad.com
Arrecifes de coralino con gran cantidad de peces son de los momentos mágicos que el visitante experimenta al bucear en las playas del parque nacional. Entre las actividades deportivas están el submarinismo, esquí acuático y excursiones a las cuevas del cerro Chichiriviche
El venezolano es afortunado porque
cuenta con las playas más codiciadas incluso por aquellos ciudadanos que
viven en países desarrollados y que tienen la diversión más costosa en
maquinarias; sin embargo, la brisa de una palmera o la belleza de un
coral solo lo puede crear la naturaleza, y eso es Morrocoy, un parque
nacional decorado por su propia arena blanca y un mar que embruja a los
visitantes y propios.
La diversidad de aves marinas y las extensas formaciones de arrecife coralino con gran cantidad de peces, invertebrados marinos y algas, delfines, tortugas marinas y caimán de la costa, hacen que a más de uno le entren esas ganas de bucear y conocer qué otras maravillas esconde este pedazo de isla ubicado en el estado Falcón, al noreste de Venezuela.
Divertirse está sobreentendido para el parque. En él se puede practicar submarinismo, esquí acuático y excursiones a las cuevas del cerro Chichiriviche, una gran caverna que puede maravillar la vista del viajero en segundos.
Para recortar
Ubicación: El Parque Nacional Morrocoy se localiza en el estado Falcón, al noroeste de Venezuela, entre las poblaciones de Tucacas y Chichiriviche.
Turismo: El parque ofrece muchas opciones, como la visita a los cayos más emblemáticos, entre ellos, Los Juanes, conocido también como La Piscina, porque no tiene playa de arena. Hay pequeños puestos de venta de cocadas, empanadas, agua de coco y artesanía local, que el visitante puede disfrutar.
Hoteles: Posada La Esmeralda, Paraíso Azul, Las Trinitarias y El Solar de la Luna.
Restaurantes: Brisas del Mar, Casamare, Mi Bodega y La Guajira.
Otras actividades: Bajo Caimán, una zona particular que trata de un banco de arena grandísimo donde se reúne una buena cantidad de lanchas, yates y uno que otro peñero, todos cargados de gente que quiere pasarla bien. Este bajo no es para personas que deseen disfrutar de la tranquilidad de una playa o meditar con un paisaje marino de postal, sino para aquellos que buscan fiesta, rumba, música y muchos bikinis.
Los cinco mejores
La Gruta de la Virgen: Está protegida por el Parque Nacional Morrocoy. Se llega en lancha y son dos cerros. En lo alto está la Virgen María rodeada de vegetación, mar e imágenes religiosas que los visitantes han colocado a lo largo del tiempo. Es considerado un sitio de peregrinación.
Cueva Mayorquines: Se diferencia porque no es un cayo, sino una playa en tierra firme, pero igual se llega por mar. Presenta una formación rocosa interesante al final de la playa y es poco visitada, lo que la hace más atractiva.
Santuario de Aves: El parque es refugio de pelícanos, flamencos, corocoro rojo y blanco, tijereta de mar, garzas y gaviotas, entre otras aves que dan belleza y colorido al ambiente. Se encuentran fácilmente en la laguna de Cuare.
Petroglifos en la Cueva del Indio: Es una cueva a cielo abierto, lo que facilita su observación a quienes temen a los lugares cerrados. Al llegar a un pequeño e improvisado muelle, se pasa entre unas rocas que luego permite descubrir una descomunal pared de roca con grandes e impresionantes estalactitas, y al volver al muelle están las imágenes petroglíficas.
Cayo Sal: Este cayo tiene la particularidad de que en la parte central entra agua del mar, y cuando el nivel de esta baja, se puede apreciar sal natural. Sus aguas son bastante provocativas y tiene un buen ambiente y paisajes para disfrutar y descansar.
La diversidad de aves marinas y las extensas formaciones de arrecife coralino con gran cantidad de peces, invertebrados marinos y algas, delfines, tortugas marinas y caimán de la costa, hacen que a más de uno le entren esas ganas de bucear y conocer qué otras maravillas esconde este pedazo de isla ubicado en el estado Falcón, al noreste de Venezuela.
Divertirse está sobreentendido para el parque. En él se puede practicar submarinismo, esquí acuático y excursiones a las cuevas del cerro Chichiriviche, una gran caverna que puede maravillar la vista del viajero en segundos.
Para recortar
Ubicación: El Parque Nacional Morrocoy se localiza en el estado Falcón, al noroeste de Venezuela, entre las poblaciones de Tucacas y Chichiriviche.
Turismo: El parque ofrece muchas opciones, como la visita a los cayos más emblemáticos, entre ellos, Los Juanes, conocido también como La Piscina, porque no tiene playa de arena. Hay pequeños puestos de venta de cocadas, empanadas, agua de coco y artesanía local, que el visitante puede disfrutar.
Hoteles: Posada La Esmeralda, Paraíso Azul, Las Trinitarias y El Solar de la Luna.
Restaurantes: Brisas del Mar, Casamare, Mi Bodega y La Guajira.
Otras actividades: Bajo Caimán, una zona particular que trata de un banco de arena grandísimo donde se reúne una buena cantidad de lanchas, yates y uno que otro peñero, todos cargados de gente que quiere pasarla bien. Este bajo no es para personas que deseen disfrutar de la tranquilidad de una playa o meditar con un paisaje marino de postal, sino para aquellos que buscan fiesta, rumba, música y muchos bikinis.
Los cinco mejores
La Gruta de la Virgen: Está protegida por el Parque Nacional Morrocoy. Se llega en lancha y son dos cerros. En lo alto está la Virgen María rodeada de vegetación, mar e imágenes religiosas que los visitantes han colocado a lo largo del tiempo. Es considerado un sitio de peregrinación.
Cueva Mayorquines: Se diferencia porque no es un cayo, sino una playa en tierra firme, pero igual se llega por mar. Presenta una formación rocosa interesante al final de la playa y es poco visitada, lo que la hace más atractiva.
Santuario de Aves: El parque es refugio de pelícanos, flamencos, corocoro rojo y blanco, tijereta de mar, garzas y gaviotas, entre otras aves que dan belleza y colorido al ambiente. Se encuentran fácilmente en la laguna de Cuare.
Petroglifos en la Cueva del Indio: Es una cueva a cielo abierto, lo que facilita su observación a quienes temen a los lugares cerrados. Al llegar a un pequeño e improvisado muelle, se pasa entre unas rocas que luego permite descubrir una descomunal pared de roca con grandes e impresionantes estalactitas, y al volver al muelle están las imágenes petroglíficas.
Cayo Sal: Este cayo tiene la particularidad de que en la parte central entra agua del mar, y cuando el nivel de esta baja, se puede apreciar sal natural. Sus aguas son bastante provocativas y tiene un buen ambiente y paisajes para disfrutar y descansar.
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